Los profesores de educación física Manuel Alejandro Maestre, Laura Maestre, Ricardo Martínez y Carmelo Roy creen que la discapacidad no debe ser motivo de discriminación social. Por eso desarrollaron un proyecto para romper las barreras iniciales, crear el escenario para conectar los intereses de los niños y promover el conocimiento mutuo. Todo ello basado en los juegos tradicionales canarios.
Rompiendo barreras a la discriminación social
Entonces hay 22 niños entre 8 y 12 años CEIP Fernando León y Castillo, (pertenece a la red de centros innovadores del Programa de Infancia del Gobierno de Canarias en la ciudad de Telde) y 10 de los CEE Petra Lorenzo (que tenían diversas discapacidades físicas y mentales como impedimentos mentales, visuales y auditivos, dificultades y retrasos en el habla, síndrome de Down y autismo) se prepararon durante el curso.
Tuvimos la idea de promover un encuentro de juego entre niños de primaria con y sin discapacidad para que surja un momento de conocimiento y convivencia entre ellos. Este proyecto consistió, por un lado, en aprender el juego de pelota canaria en ambos centros y, por otro lado, cada grupo preparó una actividad tradicional canaria para enseñar al otro. El CEE amenizó el encuentro con la enseñanza del baile típico de la isa, mientras que el CEIP colaboró con el desarrollo del juego de pelota canario. Para apoyar a sus compañeros de la CEE, se formaron equipos mixtos entre los dos centros en los que se distribuyeron dos o tres niños del centro normal por cada niño de la CEE. Los alumnos del CEIP asumieron el papel de acompañantes a partir de los conocimientos previos que habían adquirido sobre sus necesidades en las sesiones preparatorias tras reunirse en enero a través de correspondencia y envío de fotografías grupales e individuales, y luego en abril con una visita al CEE en la localidad cercana. de Cruz de Jerez.
Nuestro proyecto (que bautizamos como “Los Juegos Tradicionales Canarios conectan a las personas”) tenía como objetivo básico la familiarización y socialización entre dos colectivos que tradicionalmente trabajaban de forma autónoma en el sistema educativo español. Debe fomentar la participación equitativa de los estudiantes con y sin discapacidad y fomentar un cambio de mentalidad hacia la diversidad. Trabajamos en el concepto de microenseñanza, que se desarrolló aún más en la universidad pero que aún no se había utilizado en la escuela primaria. También se trataba de demostrar que cuando juegas no hay diferencia entre ellos.
Los juegos tradicionales canarios fueron elegidos por su fuerte arraigo en el entorno familiar y social de los alumnos y su carácter motivador. También representan un enriquecimiento cultural y académico, ya que es una cuestión de contenido curricular. Trabajamos en el juego de pelota canario ya que era uno de los más fáciles de adaptar y permitía a los alumnos de CEE realizarlo satisfactoriamente. Por otro lado, los juegos de lanzamiento y precisión sirvieron de traspaso a las situaciones motoras que se pusieron en práctica en el juego de pelota.
La metodología utilizada fue de comandos directos suavizados, participativos e individualizados, así como microenseñanza. Esto tuvo lugar principalmente en los juegos de lanzamiento y precisión por lo que los alumnos del CEIP les enseñaron a los alumnos del CEE y establecieron roles funcionales entre cada miembro del equipo. De esta forma, los alumnos ayudaron a sus compañeros guiándolos a realizar acciones motoras para ser más efectivos y fomentar la interacción entre todos los miembros.
En cada centro se desarrolló una unidad didáctica con seis sesiones, en las que se desarrollaron estrategias de enseñanza-aprendizaje para enseñarlas al otro grupo a través de pictogramas y explicaciones con frases cortas y sencillas. La correspondencia previa y el intercambio de fotos ayudó a contactar y familiarizar al otro grupo, lo que aumentó el interés personal mutuo. De hecho, se establecieron conexiones entre los estudiantes involucrados para mantener la comunicación y realizar otros eventos deportivos.
Por tanto, se ha abierto un camino de relaciones y conciencia interpersonal que rompe las barreras que no permitían la socialización normalizada entre niños con y sin discapacidad. También han descubierto que los juegos tradicionales canarios son una oportunidad lúdica y lúdica de ocio, en la que las capacidades mentales y físicas no tienen por qué ser un impedimento. En resumen, se ha demostrado que el niño no comprende las diferencias cuando el juego y su placer las combinan con otros niños.