El Colegio Amor de Dios de Arévalo en Ávila ha decidido desarrollar una nueva aproximación al estudio de la astronomía en tercer grado infantil con el proyecto “De las vacaciones a Marte”. Gracias a esta experiencia, los alumnos han viajado al espacio de una forma muy divertida. Su maestro Álvaro Beni nos cuenta de qué estaba hecho.
Realizamos el proyecto ‘Vacaciones a Marte con alumnos de 3º de educación infantil en base a la metodología ABP. El objetivo era que los alumnos tuvieran un conocimiento profundo de todo lo relacionado con el espacio, el universo y la astronomía y consolidaran los conceptos y conocimientos de este plan de estudios.
Comenzó cuando los niños se enteraron de que su maestro, Álvaro, había hecho un viaje al espacio. Si es así, ¿por qué no podrían?
Exposiciones colectivas
Para llegar al espacio, primero debemos saber qué cosas encontraremos en él. Aquí comenzó nuestra peculiar investigación. Dividimos la clase en tres grupos: planetas, estrellas y viajes espaciales. Cada semana un grupo de la clase presentaba un grupo de pruebas que se realizaban en casa con la ayuda de las familias. En la primera semana le tocó el turno al grupo de planetas, que mostró cuántos planetas hay en el espacio y cuáles son sus principales características.
El grupo de estrellas mostró las estrellas y constelaciones más importantes, mientras que el grupo de viajes espaciales, que exhibió la tercera semana, nos mostró quién fue el primer hombre en llegar a la luna y todo lo relacionado con las naves espaciales.
Después de que todos los conceptos estuvieran anclados en la mente de los niños, transformamos la clase. Empezamos por el techo. Se cubrió de negro para imitar el universo, y todas las manualidades que los pequeños habían hecho en casa con la ayuda de sus familias se colocaron de manera que todos los planetas estuvieran alrededor del sol. También pegamos cuatro constelaciones: Os Mayor, Ursa Minor, Orion y Andromeda. Faltaba lo más importante: el vehículo que nos llevaría al espacio. Así que nos pusimos manos a la obra: ¡construimos nuestra propia nave espacial!
Comienza el viaje al espacio
Después de todo ese trabajo, estábamos listos para el viaje espacial. Comenzó la cuenta atrás del cohete, se apagaron las luces y todos los alumnos, que se tumbaron y miraron al cielo, pudieron observar de cerca todos los elementos que componen la sala, lo cual gracias a la combinación de luz negra y, además , brillan en la oscuridad pegatinas de lámparas fluorescentes, que habían adherido. Los pequeños estaban emocionados. Tanto es así que invitamos a familias y otros compañeros de escuela. Juntos podríamos viajar al espacio sin salir del aula.