Casas virtuales, tiendas online o robots son algunas de las creaciones de los alumnos Colegio Ábaco, de Madrid, que desde hace cuatro años incluye una lección de robótica de 4º de primaria. María Martín, responsable de comunicación del centro, ¡cuéntanos!
La almohadilla de pegatinas de fútbol está en la mesa junto al monitor de la computadora de Gonzalo. Es la hora del recreo y en lugar de intercambiar pegatinas, sus ojos están en la pantalla, que está inmersa en un plano tridimensional de la realidad en el que está diseñando su propia casa de dos pisos con cuatro dormitorios y un jardín. Gonzalo tiene 11 años y es uno de los alumnos de Primaria y 1º de ESO que asiste al XVII este año. 2ª edición del Programa Internacional Ciencia en Acción. “Al principio quería construir un robot, pero Carlos me convenció de diseñar una casa mejor para poder competir”. Carlos es el profesor de robótica y coordinador de ciencias de la escuela.
Por su parte, Adrián y David llevan siete meses trabajando en su propio R2D2, un modelo impreso en 3D del personaje de Star Wars que se diseñará para darle vida. Jesús, Alberto, Mario y Carlos también están entusiasmados con la saga y como tal han construido su propio BB8. “Tenemos que programar la placa BQ y pegarla a la carcasa para que funcione”.
Marina y Lucía han diseñado su propia web, SkyShop, una tienda online donde se pueden encontrar accesorios impresos en 3D. El sitio web también incluye la aplicación de Pablo, Carolina, Cova y Claudia, cuyo objetivo es promover una vida saludable. Finalmente, Leire y Marina se sumergen en el diseño de un piano tridimensional que genera sonido gracias a un sensor.
La robótica como tema
Durante los últimos cuatro años, los estudiantes del Centro Abaco han estado en contacto con la robótica desde el segundo ciclo de educación infantil. Con sus manos pueden programar beebots, pequeñas abejas robóticas que avanzan según la programación impartida por los alumnos.
A partir del 4º curso, la robótica se convierte en una asignatura adicional con una hora a la semana en el plan de estudios. Un año después, pueden programar sus propios robots tridimensionales, que imprimen y operan mediante aplicaciones móviles. Un tema que no solo promueve la imaginación, sino también la confianza para desarrollar e implementar una idea.