Muchos profesores ven la inclusión de las TIC en su programación como un contenido adicional, pero no pueden encontrar una respuesta a la pregunta “¿Por dónde empiezo?”. ¿Y cómo hago eso? “.
Con este artículo quiero mostrarte una forma sencilla y eficaz de introducir cualquier tipo de tecnología en el aula, tanto las diseñadas específicamente para el aprendizaje como las que no lo son: utilizando dispositivos móviles (tableta, smartphone), Realidad Aumentada, radio, blogs, wikis, etc.
Admito que es una tarea tediosa si quieres hacerlo bien, pero es muy gratificante ver a nuestros alumnos interiorizar sus usos e implementarlos no solo en la escuela sino también fuera de la escuela. Así que repasemos la primera pregunta del artículo.
¿Donde debería empezar?
Saber cómo introducir la tecnología en el aula requiere algunos disparos. No hay trucos: solo inténtalo, inténtalo y vuelve a intentarlo. Por esta razón, le sugiero que establezca dos pruebas como su objetivo. Elija dos unidades curriculares que lo motiven y trabaje en ellas.
Sea consciente de que está aprendiendo, usted y sus alumnos, y debe mantener los ojos bien abiertos. No se plantee grandes desafíos al principio: comience con recursos TIC simples que dan paso a otros más complejos.
¿Cómo lo hago?
El método que recomiendo tiene tres elementos. Me gusta visualizarlos como tres puntos de esquina que forman un triángulo porque estos elementos tienen que estar bien conectados para formar un todo.
El triángulo consta de “estudiante”, “contenido (plan de estudios y tecnología)” y “estrategia”; o lo que sería lo mismo, dar sentido a estas preguntas: “quién”, “qué” y “cómo”. La reflexión debe realizarse en este orden, debe comenzar siempre por el alumno que es el protagonista del aprendizaje.
Paso 1. Quién (estudiantes)
Para saber qué TIC se adaptan mejor a nuestro plan, debemos comprender cómo son nuestros alumnos. Te recomiendo que realices los siguientes exámenes:
- QUÉ: ¿Qué tecnologías estás usando en el aula y en casa? ¿Cuál es su nivel de conocimiento sobre cada uno de ellos? ¿Qué hay disponible para ti?
- CUÁNDO: ¿Con qué frecuencia lo usa? Lo haces a diario? ¿Los usan más que tú?
- WIE: ¿Haces esto con compañía? ¿Necesitas orientación de un adulto? ¿Qué habilidades o competencias está practicando con estos recursos?
- POR QUÉ: ¿Qué tecnologías te motivan más y cuáles no tanto?
Esto le muestra el consumo de tecnología de sus estudiantes y lo deja preguntándose qué tecnologías deberían funcionar en la escuela (porque no lo hacen en casa, por ejemplo) y cuáles no.
Paso 2. Qué (currículo y contenido tecnológico)
Hay dos tipos de contenido que componen el plan. Por un lado, los que pertenecen a la asignatura educativa y están prescritos por el plan de estudios; y por otro lado los que amplían la alfabetización digital de los estudiantes. Para crear una buena unidad de programación, es importante tener claros los objetivos que estamos tratando de lograr. ¡Con estas preguntas podemos hacerlo!
Contenido del plan de estudios:
- ¿Cuáles son los objetivos de aprendizaje de esta unidad?
- ¿Qué lecciones son importantes y cuáles no?
Contenido tecnológico (TIC):
- ¿Qué habilidades o habilidades nos gustaría mejorar en nuestros estudiantes? (¿Cuáles son nuestras metas?)
- ¿Qué tecnologías promueven este tipo de aprendizaje?
- ¿Podemos tener estas TIC que necesitamos? ¿Qué recursos digitales tenemos disponibles?
Es hora de tomar decisiones sobre el contenido y las herramientas para editar. Debes respaldar estas decisiones en una reflexión y sin duda será necesario documentarlas. Dicho esto, pasemos al paso final.
Paso 3. Cómo (estrategia y medidas)
Una vez que conozca un poco mejor a sus estudiantes y lo que quiere enseñar; Es hora de encontrar una manera de hacerlo realidad, de hacerlo realidad. Necesitas trabajar en 5 elementos: acciones, tiempo, recursos, presupuesto y control.
Es hora de preguntarse: “¿Cómo vas a lograr tus objetivos?” y “¿Qué actividades de clase permitirán implementar estas tecnologías?” No olvide que la tecnología se aprende principalmente mediante su uso.
¡Planificar! Las primeras veces te costará, pero poco a poco irás encontrando los tiempos necesarios para introducir una u otra herramienta.
Utilice los materiales que tenga a mano o que pueda conseguir fácilmente; y céntrese en sus objetivos.
(Puede que lo sea o no).
Por último, sigue tu plan: ¡es importante! Compruébelo continuamente y, si es necesario, ajústelo a sus expectativas.
Rocío López Valdepeñas es docente especialista en innovación educativa y emprendimiento.