Los videojuegos de estrategia tienen amplias aplicaciones en el mundo de la educación: sirven para desarrollar habilidades, repasar materias … Si apuestas por títulos de estrategia, también pueden convertirse en una herramienta educativa motivadora para los estudiantes ya que los jugadores forman parte de un escenario sentir y afrontar la necesidad de resolver situaciones cada vez más complejas. También algunos Estudios han demostrado que esta categoría de videojuegos presenta un desafío para los estudiantes, causado por la incertidumbre o la duda sobre los resultados y las consecuencias de sus decisiones.
Los hay de diferentes tipos: histórico, tipo puzle, entorno … No te pierdas nuestra selección de videojuegos de estrategia para la educación.
Promueve la educación ambiental a través de un mundo virtual que los estudiantes deben cuidar para lograr el equilibrio ecológico, energético y social. Cada “ronda” corresponde a un día real en el que el jugador tiene un cierto número de “bonificaciones” con las que puede “comprar” diferentes acciones. Ejemplos de ello son la implantación de placas solares en el techo de la universidad o de los hoteles, el inicio de una campaña para ahorrar papel en el ayuntamiento, la sustitución de bombillas en viviendas particulares o la construcción de fuentes de energía renovables. Algunas acciones se activan de forma más o menos alterna, y los alumnos tienen que jugar con la energía que genera y utiliza su ciudad para incrementar y aumentar la satisfacción de sus ciudadanos. Es gratis y se puede acceder con una cuenta de correo electrónico o una cuenta de Facebook.
Lanzado a finales de 2020, este juego es un MOBA (acrónimo de Multiplayer Online Battle Arena, un género que surgió de la estrategia en tiempo real) que muestra cómo eran las batallas medievales con héroes legendarios de la historia como Julio César. Alejandro Magno o Juana de Arco. Una organización excelente, rangos perfectos y estrategias y tácticas astutas son esenciales para conquistar territorios enemigos y defender los ya conquistados. El entorno natural y el clima serán factores que jugarán a favor o en contra de ellos en cada batalla: prados, llanuras abiertas, castillos, lluvia, nieve, niebla o la oscuridad de la noche hacen realidad la experiencia de juego.
Lejos del tema de las batallas y guerras, es una alternativa relajante donde se compone de fichas hexagonales (que recuerdan al popular juego de mesa Catan). un paisaje con una ciudad en constante crecimiento. El jugador recibe aleatoriamente una ficha que tiene que colocar en el ‘mapa’, y en algunas misiones aparece esta, la cual tiene que ser resuelta para poder desbloquear nuevos componentes y así mejorar las construcciones. En un paisaje rural, la estrategia se combina con la mecánica de los acertijos para evitar escenas de lucha o violencia.
Con un trono vacío, la ciudad se ve amenazada por una tropa de bárbaros a sus puertas que quieren tomar el poder. Sin embargo, aparece un héroe inesperado, el jugador, que tiene que salvarlos a todos con su teclado. La originalidad de este juego es que para progresar es necesario escribir, escribir y escribir. No está disponible en español por el momento, pero puede servir como una herramienta interesante para practicar mecanografía e inglés en el aula de una manera divertida.
Permite conocer el mundo de los insectos en primera persona. El jugador es responsable de controlar y administrar los recursos de su hormiguero mientras construye nidos y lucha en batallas con otras criaturas que se esconden en el terreno. La reina del hormiguero se ha asentado debajo de un tronco de árbol podrido y es vulnerable. Además, su primera cría tendrá que salir de allí para sobrevivir y encontrar comida … ¿la conseguirán? El juego intenta acercarse lo más posible a la realidad de la naturaleza, y todas las criaturas se basan en sus equivalentes del mundo real. Las misiones de la historia principal se cuentan desde el punto de vista del director de un documental sobre hormigas, que brinda información interesante sobre la colonia y el mundo del sotobosque.