Los mejores métodos alternativos para la clase de matemáticas

Tradicionalmente, y en su mayor parte, las clases de matemáticas seguían métodos rígidos basados ​​y trabajaban a partir del aprendizaje sistemático, como las famosas tablas de multiplicar que se tararean de memoria.

Pero, ¿es la única forma de aprender esta disciplina? La respuesta es no, y en los últimos años han surgido varios sistemas de aprendizaje de matemáticas que están revolucionando la enseñanza por su lado abierto y práctico. Te explicamos tres de ellos:

El creador de este plan es Jaime Martínez Montero, profesor y doctor en filosofía y educación. Como explica en su blog ‘algoritmosabn’, sus iniciales no son caprichosas y corresponden a las principales características del método. La ‘A’ se refiere a algoritmos ‘abiertos’ que implican que hay varias formas de resolver un problema, lo que ayudará a cada estudiante a mantener su ritmo de aprendizaje.

Las letras basadas en números ‘BN’ son lo opuesto al modelo conservador basado en números. Este método descompone o junta cada figura en unidades, centenas … y siempre funciona con números redondos. Además, se promueve el cálculo con utensilios cotidianos como bolígrafos, lápices, mondadientes, borradores, etc. con el fin de visualizar mejor los procesos con ellos.

Esto es para evitar que las lecciones sean monótonas y que los conocimientos impartidos no sean dogmas, sino que los alumnos comprueben por sí mismos las distintas soluciones a un problema y comprendan visualmente las operaciones que realizan, olvidándose así de la mera memorización de la teoría. También anima al alumno a resolver cada operación adaptándola a su dominio, afrontando el problema y no al revés.

Es un metodología del sistema educativo estadounidense, que se imparte desde 2009. Con su aplicación, todos los estudiantes se esfuerzan por tener un conocimiento mínimo común durante cada curso. En el campo de las matemáticas, representa un giro hacia el concepto tradicional, que se basa en sistemas alternativos como curvas, aproximaciones o representaciones en forma de imágenes.

Enseñan al alumno a razonar de forma abstracta para comprender cómo resuelven problemas. Por ejemplo, si te enfrentas a la suma 7 + 7 = 14, un algoritmo que nos conocemos de memoria gracias a las tablas de multiplicación o suma que nos inculcaste, este método te enseña a justificarlo de forma diferente al número 7 se divide en unidades más pequeñas como 3 + 4, lo que facilita su uso y te obliga a ver lo que estás haciendo. Un enfoque para las matemáticas más mundanas, a saber, el uso de rondas para simplificar mentalmente operaciones complejas.

Esto debería ir un paso más allá de la solución mecánica de problemas y poder reconocer la diferencia entre 4 x 5 o 5 x 4, por ejemplo que ambas cuentas tienen la misma solución (20), la forma de su representación es conceptualmente diferente.

Este método se ha extendido por todo el mundo en los últimos años debido a las altas calificaciones de los estudiantes de Singapur. PISA.

Se basa en tres conceptos: concreto, figurativo y abstracto. Inicialmente, se anima a los estudiantes a interactuar con objetos cotidianos para resolver problemas simples. A continuación, aprenden a dibujar estos conceptos utilizando bloques que representan valores numéricos. Una vez que han pasado por estas etapas con facilidad, comienzan a hacer representaciones abstractas como números o símbolos. El objetivo es que conozcan cada detalle de forma práctica y comprendan el motivo de cada operación.

foto de Página delantera a través de Shutterstcok

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