Después de este estudiar mitología griega y Romana en Cultura Clásica en 2º de ESO, quería motivar a mis alumnos a repasar de forma lúdica lo aprendido. Decidí que sería una buena idea adaptar un juego existente, dados los beneficios del aprendizaje lúdico en el aula: la conexión social en un juego competitivo estimula la separación de endorfinas, lo que les ayuda a enfocar mejor el proceso mentalmente y, por lo tanto, conduce alrededor. que para preservar mejor el conocimiento. Además, el juego mejora habilidades, habilidades, trabajo colaborativo …
Mis principales objetivos al presentar el juego en el aula fueron:
- Promover la adquisición de conocimientos, competencias y habilidades.
- Motivar logrando metas y obteniendo reconocimiento
- Desarrollar herramientas y habilidades de aprendizaje
- Convierta el conocimiento en habilidades en un entorno seguro.
- Mejorar la concentración, la mejora y la resiliencia.
Con esto en mente, se me ocurrió la idea de adaptar un juego tradicional que conecta a dioses con animales mitológicos y otras series. Dado que la agenda era un poco apretada, tenía que ser fácil y divertido. Así que empecé a adaptar “Quién es quién” a “Quién es quién mitológico”.
La dinámica de “quién es quién” es muy simple: simplemente haga preguntas que puedan responderse con “sí” o “no” que ayudarán a identificar el personaje elegido por el oponente. A la hora de adaptar el currículum, decidí que estas preguntas eran las adecuadas: mitos, atributos sobre personajes mitológicos … Esta era la única forma en que podíamos observar y evaluar el nivel de conocimientos de los alumnos.
Un juego con dos reglas
Las únicas dos reglas que hice para jugar esta adaptación fueron que las preguntas tenían que ajustarse al plan de estudios de la asignatura: si bien tenían que girar en torno a las historias mitológicas que habíamos estudiado en clase, todas tenían que estar redactadas de esa manera, ya sea que el La respuesta fue un “sí” o un “no”. Entonces, el primer ajuste es que para saber qué personaje ha elegido el oponente, no se pueden hacer preguntas relacionadas con el físico, como es el caso en la versión clásica del juego. Los juegos también sirvieron como método de evaluación: dependiendo de la originalidad y la argumentación de la pregunta, pude comprobar qué estudiantes tenían más conocimientos sobre el tema.