La robótica ya está en el aula, pero la cantidad de robots disponibles suele ser un dolor de cabeza a la hora de elegir el modelo que mejor se ajusta a nuestras expectativas. Para simplificar las cosas, vamos a hablar de ello hoy. 16 robots educativos que amamos.
Edelvives SIGUIENTE
Como parte del llamado proyecto Sirabún, Edelvives-Verlag ha incorporado una nueva gama de productos y textos para promover el uso de la programación y la robótica en el aula. Y su última creación, el robot. SIGUIENTEEs un dispositivo interesante que, entre otras cosas, gracias a todo el material publicado por la editorial, podemos llevarlo a clase para que podamos utilizar sus sensores a través de sencillos juegos y actividades.
Mecanoide G15K
Meccanoid G15Ks es una versión compleja pero muy potente con la mayoría de las vitaminas del catálogo de la experimentada marca de juguetes Meccano. Tiene 1,22 metros de altura e incluye 10 motores que se distribuyen por todo el cuerpo y nos permiten mover la cabeza, los brazos y los pies. También tiene una variedad de sensores y reconocimiento de voz para que podamos programarlo fácilmente y responderá a nuestros objetivos.
Con el nombre del inventor nació este pequeño robot, cuya característica es ser económicamente asequible, o al menos intentarlo. Por unos 50 euros es compatible con bloques LEGO y cuenta con sensores básicos y esenciales (distancia, luz, motores …) con los que podemos jugar extensamente. Los creadores de Edison Han publicado varias lecciones y actividades en su sitio web oficial para incorporarlas al aula como actividad.
Especialmente diseñado para su uso en entornos educativos, Finch es un robot animal que, gracias a sus motores, sensores (luz, temperatura, tacto, etc.), altavoces y la posibilidad de incluir un marcador en su estuche, permite cientos de actividades en el actuar en el aula. Es compatible con diferentes lenguajes y entornos de programación y está diseñado para niños a partir de 5 años.
Un producto mucho más específico e ideal para los ciclos de educación secundaria, bachillerato y profesional. Se llama OWI 535 y es un brazo programable y controlado por robot, cuyos movimientos, por supuesto, podemos adaptar a nuestros deseos gracias a la programación. Permite levantar objetos de hasta 100 gramos, funciona a pilas y sus 5 motores nos permiten mover sus diferentes extremidades, brindándonos muchas posibilidades.
Es posiblemente uno de los robots educativos más famosos por su diminuta forma de abeja, que se centra directamente en el sector educativo a medida que los niños crecen. Bot de abeja Es económico en comparación con otros robots (alrededor de 80 euros la unidad) y ofrece una serie de funciones básicas, pero es suficiente para introducir el mundo de la robótica y la programación a los niños y las edades de la escuela primaria. Aquí hemos hablado de muchas experiencias que lo utilizan, como el colegio Sagrada Familia en Tarazona, el CEIP Rosales del Canal de Zaragoza o el CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba en Madrid.
mBot
No es trivial que los robots a menudo tengan formas de vehículos para entrenar, y mBot Es lo que es … una especie de coche. Contiene algunos sensores importantes (como distancia, luz o sonido), motores para moverse y es modular, lo que significa que podemos expandirlo con nuevas partes para un aprendizaje superior. El precio ronda los 90 euros y puedes leer nuestro análisis aquí. Un proyecto que nació en Kickstarter como gratuito (hardware abierto) y que ya se ha posicionado como uno de los robots más interesantes para la formación.
Utilizado por expertos en educación especial (recuerde la experiencia Robot-TEA), Pleo Es un gran robot educativo programable para trabajar con las emociones para cualquier edad escolar, pero especialmente para los más jóvenes. Su forma de bebé dinosaurio, sus movimientos y reacciones (a nuestras caricias o a los accesorios disponibles como la comida) lo convierten en uno de los robots más “amigables” que podemos tener en nuestro aula. Hay diferentes modelos a la venta desde unos 300 euros cada uno y con diferentes colores de piel.
Con un formato reducido, pero con mucho potencial, sobre todo en el lado más artístico. Pedazo de Ozobot Es un pequeño robot para aprender a programar con ruedas y motores que podemos usar para programar su movimiento y, por ejemplo, crear un trazador de líneas o dibujar las formas que le digamos. Existen diferentes modelos con distintas capacidades, todos ellos destinados a alumnos a partir de los 8 años y a un precio desde 50 euros la unidad.
Su fabricante Wonder los anuncia como “amigos robots”. Haz su extraña forma de extraterrestres y sus formas Línea y punto son una opción muy atractiva para adentrarse en el mundo de la robótica programando los movimientos y acciones de estos robots para la educación, sencillos pero a la vez poderosos para la educación primaria y para los aficionados a la robótica de todas las edades. Se programan a través de las aplicaciones de tableta disponibles y contienen juegos para estudiar mientras te diviertes. El precio varía ya que hay varios kits, el más general y completo de los cuales cuesta alrededor de 200 euros.
Aisoy1
Creado en 2014 por un equipo de investigadores españoles, Aisoy1 Se ha consolidado como uno de esos robots educativos que supuestamente promueven la educación emocional y, por cierto, la programación y el pensamiento computacional. Tiene una amplia variedad de sensores y funciones, tales como: B. la capacidad de hacer gestos y mover la cabeza para responder a las acciones del usuario de la forma más “humana” posible. Existen diferentes versiones, una de ellas con ruedas para programar los movimientos, que se venden desde 329 euros la más sencilla.
Nació como un proyecto de Kickstarter y cubo Se ha consolidado como una opción conveniente para programar desde los 3 años. Un pequeño “cochecito” que responde a las direcciones y direcciones que colocamos en una pizarra a través de bloques de madera que contienen movimientos, giros y repeticiones, todo con la madera como elemento constructivo y muy orientado a estos jóvenes grupos de edad. Contiene alfombras temáticas por las que podemos recorrer para desarrollar nuestras habilidades y el precio ronda los 200 euros.
Pro-bot
Un desarrollo adicional del BeeBot que discutimos anteriormente es Pro-bot, un coche de carreras al que podemos mandar para tomar la ruta que queramos. Es un poco más avanzado que el anterior ya que cuenta con más botones y funciones, además de una pantalla LCD que almacena los movimientos programados. También tiene un orificio en el que podemos introducir un bolígrafo, lápiz o rotulador para que “deje el rastro” por donde vaya. El precio ronda los 150 euros.
Sphero SPRK +
Los robots Sphero tienden a ser más automóviles controlados a distancia que se pueden controlar a través de teléfonos inteligentes y tabletas, es decir, están adaptados a los tiempos modernos. Sin emabargo, SPRK + es el robot de la educación: un sencillo robot esférico que podemos programar utilizando un sencillo lenguaje de bloques para hacer lo que queramos en cualquier momento y utilizando un dispositivo móvil (iOS o Android). Muchas funciones y la incorporación de una comunidad de usuarios que también almacenan sus creaciones y las comparten con todo el mundo. En España se puede comprar por unos 150 euros.
Diseñado para adaptarse a niños a partir de 6 años y con posibilidad de programarlo en diferentes idiomas (Scratch, Blockly, Text). Thymio Contiene sensores, luces y la capacidad de interactuar de mil formas diferentes con otros timios o con el usuario, según lo que el usuario quiera programar. También se pueden agregar una variedad de accesorios para mejorar aún más las posibilidades y fomentar la creatividad y el juego en el aula. Hay diferentes modelos que también contienen packs de accesorios y están disponibles desde 120 euros.
Imagina un cubo interactivo. Y ahora imagina que este cubo puede a su vez interactuar con otros cubos que están anclados al primer cubo con imanes. Y así sucesivamente hasta 20 cubos que todos comparten entre sí. Bloques robot cubelets No se trata tanto de un robot que se mueve y hace lo que le decimos que haga, sino de una colección de varios pequeños “seres animados” que reaccionan a los compañeros a su lado, que se integran en construcciones de Lego o incluso se programan a través de una aplicación. ser utilizados para adaptar su comportamiento a nuestro gusto. El sencillo pero completo kit con 20 cubos cuesta alrededor de 300 euros.