El turismo tras la pandemia: el auge de las ciudades pequeñas

No existen dudas. La pandemia de la COVID-19 ha transformado nuestros hábitos y nuestras rutinas sociales. Estos cambios se palpan en todos los ámbitos de la vida y están teniendo una gran repercusión en el mundo de los negocios. Precisamente, uno de los sectores que más está sintiendo esta transformación es el sector del turismo.

Los viajes de ocio se han detenido al mismo tiempo que los viajes laborales se han reducido notablemente. Cierran los hoteles y las aerolíneas. Las restricciones sanitarias y el miedo instaurado en la sociedad han conseguido paralizar a un sector que nunca antes se había enfrentado a una crisis similar.

turismo
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Sin embargo, esta negativa situación ha beneficiado, sin esperarlo, a algunos agentes. Mientras el turismo de las grandes ciudades, como Madrid, Londres, Roma, Berlín, Nueva York o Barcelona. se desplomaba, 2020 ha sido un gran año para las ciudades pequeñas y los territorios rurales de todo el mundo. Los viajeros han recurrido a estos destinos para huir de la pandemia, al tratarse de zonas menos masificadas, en las que predominan los espacios naturales y la tranquilidad.

Esta tendencia podría ser solo una consecuencia de la crisis vivida y abordarse como un fenómeno temporal. Sin embargo, también podría reflejar un cambio en el comportamiento de la sociedad, y de los viajeros en concreto, cada vez más agotados por un ritmo de vida estresante y con mayor conciencia social.

Las oportunidades del turismo para las zonas rurales y las ciudades pequeñas

Ecoturismo
Ecoturismo

Hay quien no ha querido desaprovechar este momento. Buena muestra de ello son las y las iniciativas de ecoturismo en general. En los últimos meses veíamos como se disparaba el número de empresas turísticas registradas en las ciudades pequeñas. Lo cierto es que el sector del turismo podría convertirse en un gran aliado para las zonas rurales, que lucha desde hace años contra el problema de la despoblación.

A continuación, enumeramos algunos de los beneficios que el turismo podría aportar a dichos territorios:

  • Creación de empleo: El turismo genera empleo y puestos de trabajo en diversos sectores: hotelería, ocio nocturno, hotelería y restauración, actividades y excursiones…
  • Fuente de riqueza: Los desplazamientos turísticos se convierten en fuente de riqueza y de ingresos para las ciudades. El turista, habitualmente, invierte en alojamiento, comidas, desplazamientos y consume productos locales.
  • Branding territorial: El turismo pone a los territorios en el mapa. Trabajar la imagen de marca de las ciudades resulta vital para retener el talento y para atraer inversión.
  • Puesta en valor de la cultural local: A través de las iniciativas turísticas, se pone en valor la cultura, la historia y el arte local. El turismo se convierte en una gran herramienta divulgativa, necesaria para la preservación del patrimonio local.
  • Sostenibilidad medioambiental: El ecoturismo se caracteriza, además, por la puesta en valor del patrimonio y del medio natural. Las actividades turísticas de las zonas rurales y de las ciudades pequeñas a menudo se comprometen con el desarrollo sostenible de la sociedad, reduciendo su huella de carbono y protegiendo el entorno.

Sin duda, la pandemia se ha presentado como una gran oportunidad para las ciudades pequeñas. No solo se han beneficiado del turismo, sino también de las circunstancias del teletrabajo, que permiten que muchos desplazados puedan volver a residir en sus ciudades de origen. ¿Sabrán aprovechar la ocasión estos territorios? Tendremos que esperar para evaluar la evolución de estas ciudades en el transcurso de los próximos meses.

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