El Centro Gumersindo de Azcárate promueve la inclusión

Hay altas tasas de deserción y absentismo en los EE. UU. Centro público de educación infantil y primaria Gumersindo de Azcárate, dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. El número de alumnos con necesidades educativas es muy elevado y el entorno tecnológico apenas está disponible. Ahora ha logrado desarrollar nuevas pedagogías educativas y, gracias al rediseño de sus aulas, las hizo visibles para toda la comunidad educativa. Podrías hacerlo gracias Proyecto Samsung Smart School. Tus profesores nos cuentan todo lo que hicieron.
Tanto la implantación de las TIC en el aula como el rediseño de los espacios educativos han supuesto un cambio de roles en el escenario educativo y la apertura de nuestro centro a toda la comunidad educativa y al resto del mundo. De hecho, nos lleva a desarrollar pedagogías innovadoras, gracias a las cuales hemos pasado del individualismo al cooperativismo, y provoca un choque entre los docentes sobre la necesidad de una formación continua.
Si bien la adaptación a las nuevas tecnologías ha supuesto un gran esfuerzo para el profesorado, supone una compensación para que los alumnos se conviertan en protagonistas de su propio aprendizaje, aumentando su colaboración y creatividad. Al utilizar la tecnología, estamos reduciendo la brecha digital y promoviendo la inclusión.

Transformación radical de las aulas

Después de formarnos en la administración de aulas educativas, pensamos en lo que podíamos ofrecer a nuestros alumnos. Los diseñamos y organizamos para que se conviertan en espacios de vida para que los estudiantes experimenten y se expresen respetando sus diferentes métodos de aprendizaje. Esta transformación permitió un importante cambio metodológico y promovió diversas formas de agrupamiento, incentivó el trabajo cooperativo, despertó la curiosidad, estimuló su voluntad de aprender y les permitió descubrir sus talentos.
Teníamos un aula que se había convertido en almacén. Convertimos el lugar en laboratorio y desarrollamos un plan de prácticas. Ahora todos los alumnos de la escuela, desde los niños pequeños de tres a sexto de primaria, realizan un ejercicio semanal en el que, entre otras cosas, aprenden a formular hipótesis o experimentar.

La biblioteca, en cambio, no reunía las condiciones adecuadas para leer cómodamente, ni contaba con la organización necesaria para otorgar préstamos. Así que lo convertimos en un lugar tranquilo y cómodo donde los niños pueden leer y llevarse libros a casa.

El comedor era un lugar muy ruidoso donde se molestaba a la gente para comer. La distribución de las mesas en grupos familiares, la decoración del entorno y la atención prestada al comer lo han convertido en un lugar más saludable. Y el pasillo de la escuela, que era un pasaje simple, se ha convertido en un lugar animado y lleno de juegos y actividades.

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