El 70% de las familias mejoraron sus habilidades de comunicación durante la detención.

El 70% de las familias en España tienen una comunicación más positiva con sus hijos mientras están detenidos. Y aunque trabajan más electrónicamente que personalmente, han encontrado una mayor reconciliación familiar y comprensión con sus compañeros y superiores. Sin embargo, uno de los cambios significativos reportados por los padres fue que trabajaron muchas más horas durante el parto, la mayoría de manera telemática, donde la sobrecarga de trabajo fue mayor que quienes lo hicieron en persona o ambos.

Estas son algunas de las conclusiones extraídas del examen de las actitudes y emociones de los padres durante la fase de parto. COVID-19, elaborado por la investigadora y profesora de psicología de la Universidad CEU San Pablo Ana Jiménez-Perianes junto a Pablo José Miguel Cárdenas y Mª Paz Lorenzo, la psicóloga Diana González Cano y el pediatra de HM Hospitales, Alejandro López Escobar.

Este estudio, en el que participaron 1.572 personas (de las cuales la proporción de hombres a mujeres fue de alrededor de 1: 5), tiene como objetivo evaluar los diferentes estados de ánimo, actitudes y emociones que experimentaron los padres durante el parto, teniendo en cuenta las diferentes situaciones que pueden investigar. pasan en función de diversas variables de colocación como el trabajo, la salud, la relación con los servicios esenciales o incluso según el número de hijos y su edad.

Entre las diversas variables que se examinaron están si los padres trabajaron y cómo se llevó a cabo durante el parto, la reconciliación familiar, la convivencia, los sentimientos que puedan haber surgido, los hábitos alimentarios y de sueño, la crianza de los hijos, su estado de ánimo y sus perspectivas de vida. el futuro. También preguntaron abiertamente sobre los cambios significativos y los conocimientos que experimentaron durante el parto.

Buen tiempo en familia

Estos resultados están relacionados con la convivencia donde más del 80% sintió que no lo había logrado todo. Aun así, sí afirman que cambiaron sus prioridades para pasar más tiempo con su pareja e hijos. En general, los cambios relacionados con la convivencia se valoraron positivamente. Si bien las familias enfatizan que tuvieron menos tiempo para sus hijos, aseguran que el tiempo dedicado es de mejor calidad, mejora la comunicación y disfruta de la alegría de las actividades realizadas en conjunto.

Poco descanso durante el parto

No hubo cambios significativos en su dieta, sin embargo, el sueño se vio afectado durante el parto. Tenían dificultad para conciliar el sueño y estaban constantemente despiertos durante la noche. Un porcentaje superior al 70% de los encuestados dijo que no dormía bien. El trabajo fue una variable importante que medió en los problemas de sueño, ya que los padres que trabajaron en general (telemática, cara a cara o ambos) durante el parto tuvieron menos problemas de sueño y menos cambios de humor en comparación con aquellos que no lo hicieron y que se vieron más afectados por el cambio de humor . Las mayores diferencias se observaron en el ámbito emocional, donde más del 80% experimentó cambios de humor, incluidos sentimientos de tristeza, seguidos de ira y miedo. La frustración también fue un sentimiento muy experimentado.

Reconciliación familiar

A la hora de educar adecuadamente a los niños, las mujeres se sienten más culpables si dejan a los niños con dispositivos tecnológicos (tabletas, consolas de videojuegos o televisores) mientras hacen su trabajo de forma electrónica. Sin embargo, en general, un alto porcentaje de padres que trabajaron durante el parto calificaron como una solución positiva el uso de videoconferencias con familiares o amigos en el trabajo. Por otro lado, más del 85% dice estar preocupado por su futuro y el de su familia, especialmente por la conciliación del trabajo con la puericultura, aunque esta preocupación es mayor entre las mujeres.

Prioridades: la familia es lo primero

Los cambios que más la moldearon durante el parto son principalmente las emociones negativas (que incluyen miedo, tristeza, apatía, inquietud o inquietud). En segundo lugar, destacaron las dificultades de la autosuficiencia y el desarrollo personal. En tercer lugar, se observa un cambio inicial positivo que se relaciona con el progreso personal, principalmente cambios en las prioridades personales como el disfrute del tiempo o la confianza en uno mismo. Los valores personales y la conciencia de cosas importantes son los cambios que más destacaron los participantes.

Por otro lado, el aprendizaje más importante, especialmente la evaluación del núcleo familiar, fue claro que la familia es lo primero. Y en términos de actitudes, la capacidad de mantener la calma, la resiliencia y la flexibilidad ante la adversidad que pueda surgir. Además, es necesario destacar el aprendizaje de determinadas habilidades, que se relacionan fundamentalmente con aficiones como la cocina u otras, por necesidad, por ejemplo mediante el uso de nuevas tecnologías.

Asimismo, los padres valoraron positivamente la posibilidad de establecer un cuadrante de actividades y rutinas que podrían haber mejorado su vida familiar, y más del 60% dijo que tenía dificultades para realizar determinadas rutinas. Esta situación ha puesto de relieve los valores personales y la importancia de la familia y ha provocado un cambio de prioridades.

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