Hoy tenemos un artículo de investigación que nos ha enviado el Hospital de la Princesa de Madrid y en el que han participado investigadores de otros centros. En este trabajo, los autores describen posibles biomarcadores de la enfermedad de Crohn. Veremos cuál es el trabajo, qué es la enfermedad de Crohn y qué son los biomarcadores.
enfermedad de Crohn
Básicamente, existen dos tipos de enfermedad inflamatoria intestinal: colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Ambos involucran inflamación de parte del tracto gastrointestinal. Mientras que la colitis ulcerosa afecta casi exclusivamente al intestino grueso, la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del intestino e incluso mostrar manifestaciones extraintestinales. En general, las áreas más comúnmente afectadas son la última parte del intestino delgado y el colon. Los síntomas más comunes son dolor abdominal, diarrea, sangre en las heces, fiebre, fatiga, pérdida de peso y desnutrición. Los síntomas suelen aparecer de forma gradual, pero a veces de forma repentina. Pueden ser continuos, pero hay periodos frecuentes de remisión, es decir, sin síntomas.
Se desconocen las causas exactas de la enfermedad de Crohn, aunque parece que la enfermedad tiene un componente inmunológico importante. Es una enfermedad crónica asociada a países occidentales, aunque su incidencia está aumentando en todo el mundo.
Lorena Ortega, primera firmante de la obra
Biomarcadores
El NIH (Instituto Nacional de Salud de EE. UU.) Define biomarcadores como aquellas propiedades biológicas, bioquímicas, antropométricas, fisiológicas, etc. que pueden medirse objetivamente, identificar procesos fisiológicos o patológicos, o representar una respuesta farmacológica a una intervención terapéutica. Para decirlo de manera más simple: es un dato, generalmente una medida de una molécula biológica que indica un estado fisiológico o patológico. Un ejemplo muy simple es el nivel de glucosa en sangre, que puede indicar la presencia de diabetes. Los biomarcadores pueden ser diagnósticos, pronósticos o terapéuticos, según se utilicen para indicar la presencia de una enfermedad, su mejor o peor desarrollo o la eficacia de un tratamiento.
¿Qué buscaban en este trabajo?
El objetivo del trabajo fue determinar el posible papel de la presencia de adipocinas en suero como biomarcador de la enfermedad de Crohn. En particular, querían saber si mediante la creación de un perfil de adipocinas séricas podrían determinar el estado de la mucosa en pacientes con enfermedad de Crohn (para saber si la enfermedad está en su fase activa o en reposo). El objetivo sería evitar la colonoscopia, que se utiliza habitualmente para esta determinación, y sustituirla en la medida de lo posible por un análisis de sangre sencillo y mucho menos invasivo.
El tejido adiposo visceral es un factor de riesgo para diversas enfermedades como la diabetes mellitus o las enfermedades cardiovasculares, pero también para la enfermedad de Crohn. De hecho, se ha observado que esta enfermedad tiene un aumento del tejido adiposo mesentérico. Este tejido puede modular la actividad del sistema inmunológico al secretar una serie de adipocinas (como leptina, adiponectina y resistina) que desencadenan una respuesta inflamatoria.
¿Que encontraste?
Descubrieron que los niveles séricos elevados de resistina están relacionados con la enfermedad de Crohn activa, es decir, la inflamación de la membrana mucosa.
¿Cómo lo hiciste?
Para el estudio, los investigadores recolectaron muestras de suero de 40 pacientes con enfermedad de Crohn activa o en reposo (en la fase inactiva) y de 36 voluntarios sanos que se utilizaron como controles. En este suero analizaron los niveles de leptina, grelina, resistina y adiponectina. Luego se realizó un análisis estadístico de los resultados, que encontró que no existían diferencias en parámetros como edad, sexo o índice de masa corporal entre los grupos de los tres grupos de personas de prueba (controles, enfermedad activa y enfermedad en reposo). Una vez validado esto, se procedió al análisis estadístico de los niveles de las adipocinas estudiadas.
Resultados
El análisis realizado reveló diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de individuos solo en los niveles de resistina, en particular entre el grupo de individuos con enfermedad de Crohn activa (niveles más altos) y el grupo control. Por tanto, esta molécula podría servir como biomarcador para identificar la enfermedad de Crohn activa, aunque se necesitan más estudios y en un mayor número de pacientes.