Los alumnos del Centro Concierto de Educación Especial María Coredemptrix (Madrid) mejoró su proceso de aprendizaje gracias al iPad. Su directora, Cristina de Pablo, nos cuenta la experiencia.
Desde sus inicios en 1953, la vocación de nuestro centro ha sido la de enseñar y hacer que los alumnos desarrollen al máximo sus habilidades. Actualmente contamos con 298 alumnos entre 4 y 20 años que se encuentran en las siguientes etapas: niños pequeños, educación básica obligatoria, programas de educación para adultos y programas vocacionales; Más del 95% tiene síndrome de Down, aunque también tenemos alumnos con otros cambios cromosómicos. Por tanto, el equipo está formado por los profesionales que laboran en el centro, entre los que se encuentran tutores, logopedas, fisioterapeutas, orientadores, auxiliares técnicos educativos y profesores especialistas en deportes o música.
Nuestro primer contacto con las TIC fue en el año 2000 cuando comenzamos a trabajar con dos aulas de informática tradicionales para luego integrar el PDI (hoy tenemos 25 y esperamos que para el próximo año todas las aulas tengan una). En concreto, los niños pequeños disponen de una mesa SMART, mientras que los mayores disponen de smartphones para poder disfrutar de una mayor autonomía a la hora de viajar por Madrid. También tenemos computadoras Mac, tanto de escritorio como portátiles, y una amplia variedad de iPads que son utilizados tanto por los profesionales como por los estudiantes de la escuela. Hemos solicitado subvenciones para la adquisición de todos estos dispositivos, especialmente del Fundación Garrigouquienes trabajaron juntos tanto en la compra como en la necesaria reforma de la red eléctrica o la ampliación de la red wifi.
Herramienta básica
Hace dos años empezamos a trabajar con el iPad (el primero fue el departamento de logopedia) y rápidamente nos dimos cuenta de que la atención y motivación de los niños ha mejorado ya que es un dispositivo muy versátil que facilita la personalización de materiales. Elegimos este modelo porque descubrimos que otras tabletas no respondían tan rápido, ni venían con funciones de accesibilidad de serie. Carecían de la capacidad de crear libros multitáctiles. Esto es fundamental para nosotros. A partir de ahí lo generalizamos al resto de aulas y departamentos. Cada maestro tiene su propio iPad y también tenemos tres grupos de iPads de viaje: se cargan por la noche en un gabinete dedicado.
En cuanto a las aplicaciones utilizadas, el departamento de logopedia trabaja con Picaa, una aplicación de apoyo a nuestros alumnos. Pero no es el único porque también utilizamos otros gratuitos (según su edad y necesidades) para trabajar aspectos emocionales y conductuales. Todos estos materiales les permiten resolver situaciones que les son desconocidas y que les asustan. De hecho, existen aplicaciones que reproducen estas situaciones (por ejemplo, ir al médico o alejarse de casa), y anticiparlas ayuda a superar paulatinamente los miedos.
Por su parte, el departamento de psicopedagogía crea materiales que los alumnos pueden resolver en el iPad ya sea de forma individual, en clase o con sus familias. Los tutores también han elaborado libros interactivos para los diferentes ciclos y materias: lectura, escritura, matemáticas, historia, geografía, inglés, medios de transporte o formación humano-religiosa.
Mayor motivación
El uso del iPad ha tenido un impacto positivo en los estudiantes al aumentar su atención, interés y aprendizaje tanto individualmente como en grupos. También les motiva a presentar el contenido de forma atractiva. Otros beneficios que notamos es que mejora su autonomía y motricidad fina. Se pueden ver y escuchar a través de grabaciones de video, lo que también los motiva a corregir errores. Cuando se trata de clases, el iPad las ha hecho más dinámicas y flexibles, y se prefiere el método de aprendizaje colaborativo. ¿Y las familias? Se sorprendieron por el progreso realizado y muchos de ellos decidieron comprar un iPad porque todos los suministros que necesitan sus hijos están en la tableta y pueden trabajar con ella en cualquier momento y lugar.
colaboración
Para poder utilizar el iPad de forma óptima, el Centro María Corredentora ha formado un equipo de trabajo Rossellimac, un especialista en soluciones educativas de Apple que se encarga de capacitar al personal del centro y de facilitarles la asistencia a los cursos de Apple y a otras escuelas. Las familias también han recibido clases sobre cómo usar esta tableta y cómo usar sus soluciones en casa.
Mariano Salas de Rossellimac Educación y asesor del proyecto María Corredentora afirmó: “Esta iniciativa representó un cambio de paradigma completo, no solo en términos de transformación de la educación, sino también en términos del apoyo que brinda a las familias y estudiantes para ser más cerca de los estudiantes con necesidades especiales, y esto le da a nuestro trabajo un valor social que va más allá de la implementación de la tecnología. “