Los estudiantes están de acuerdo con la curva de atención. Están alerta durante un promedio de 10 minutos seguidos.. Esto sugiere que organizar la clase y la gestión del tiempo es fundamental para evitar que se aburran y degraden el rendimiento, especialmente en el nivel más alto de educación y con ciertos requisitos, como: B. en educación secundaria. El blog de Pearson ofrece una serie de trucos que pueden utilizarse para convertir al alumno en la estrella de la clase. ¿Quieres ponerlos en práctica? Atento.
Crea tus propias aventuras
En el curso de idiomas o en idiomas, el vocabulario se recita tradicionalmente para aprenderlo. En cambio, si los estudiantes crean una historia que incluye todas estas palabras, será más fácil de recordar. Y si, tras este primer ejercicio, los alumnos lo interpretan en el aula con creatividad, el interés en la clase está asegurado.
Lee un periódico para ver el mundo que te rodea.
Ideal para estudiantes mayores, esta actividad consiste en traer algunos periódicos a clase y sugerirles que busquen un mensaje que les llame la atención y luego genere un debate. Lo más recomendable es elegir información cultural o local con la que se sientan mejor identificados.
Para celebrar una fiesta
Una excelente manera de despertar el interés después del período de exámenes o la entrega de la tarea es fomentar el compañerismo a través de una fiesta en el aula. No solo entretiene a los estudiantes, sino que también les da la oportunidad de asumir ciertas tareas en el grupo, p. Ej. Por ejemplo, establecer un presupuesto que no se puede exceder o comprar los elementos necesarios para la reunión, como decoraciones o comida.
Dale vida a la vida cotidiana con música
¿Por qué no hacer los deberes en el aula, hacer ejercicios o explicar un tema con música de fondo? Tocar música clásica o suave para animar la clase es una forma de cambiar el ritmo sin molestar demasiado a los alumnos.
Prepara una competencia
Proponer un concurso donde las cuestiones a resolver se relacionen con un tema. En esta dinámica, los estudiantes deben determinar su rol dentro de la competencia (moderador o participante) y organizarse en equipos. Quien gane puede recibir un premio final: un punto positivo en las notas o un detalle gastronómico que se puede comer después de clase, por ejemplo.