Independientemente del paradigma educativo bajo el cual todos se sienten más cómodos y no pueden discutir sobre la mejor manera de reflejar la diversidad intelectual en el proceso de aprendizaje, todos compartiremos que “hacer es como aprendemos mejor”, es decir, la participación de los estudiantes que promueven activamente asegura aprendizaje más significativo y sostenible.
¿Y qué tiene más sentido para un niño que jugar? Juega como catalizador de la motivación, pero también como columna vertebral del aprendizaje constructivista. Cada búsqueda de gamificación devuelve miles de entradas en la web relacionadas con aplicaciones y recursos digitales para “gamificar” nuestro aula. Pero … ¿por qué no utilizar los juegos tradicionales también para este propósito?
Con esta premisa y con la comprensión conceptual de la pirámide trófica Como objetivo, presenté la ‘Pilla-Pilla Trófica’ a mis alumnos.
Una cadena dividida en grupos
El objetivo era comprender el concepto de relaciones alimentarias dentro de un ecosistema, no solo los diversos eslabones de la cadena (productores, consumidores y descomponedores), sino también las redes de equilibrio tejidas entre ellos y cómo se pueden cambiar estas que afectan al ecosistema afectan a todo ecosistema.
Antes de eso, preparé unos brazaletes improvisados distintivos (basados en papel de colores y cinta adhesiva) para cada etapa trófica:
- Productores
- Consumidor principal
- Consumidor secundario
- Consumidores terciarios
- Descomponedor
Cada grupo tenía su propio color y una misión:
- Productores: para sobrevivir
- Consumidor principal: Atrapa a los productores y evita que te atrapen.
- Consumidor secundario: Atrapa las primarias y evita que te atrapen.
- Consumidores terciarios: atrapar a los consumidores primarios y secundarios.
- Descomponedor: Salvar a los prisioneros y “convertirlos en productores”.
Hicimos una primera ronda de pruebas y luego dividí la clase en dos ecosistemas con diferentes distribuciones delimitadas por las líneas del campo de fútbol.
Una pequeña variación
Luego presenté una variante que permite una profundidad más profunda:
Para una mayor carga de aprendizaje, si uno es atrapado, se convierte en parte del otro plano (ya que al servir de alimento en ese plano una persona se pierde en la conexión y la otra se expande).
Si se decide utilizar esta variante, hay que tener en cuenta que los descomponedores pueden atraparlos (podríamos verlo como muerte natural) para convertirlos en productores para que no se conviertan en consumidores terciarios. De esta forma cerraríamos el verdadero ciclo natural que se da en los ecosistemas.
La parte más importante de la actividad fue la posterior reflexión sobre el equilibrio de los ecosistemas y las relaciones de parasitismo o simbiosis que se crearon. (¡Estos conceptos vinieron de los propios estudiantes cuando vieron que, por ejemplo, un estudiante productor se había asociado con un consumidor terciario y destruyó todo el ecosistema!).
El resultado de la actividad fue realmente exitoso ya que los alumnos vivieron en carne propia lo importante y frágil que es el equilibrio que existe en los ecosistemas.





