El limo es un material compuesto por una mezcla de diferentes productos, cuyo resultado final es una masa elástica que los más pequeños pueden manipular y experimentar. Cuando juegan con él, no solo se divierten, sino que también desarrollan diversas habilidades como la motricidad fina y estimulan los sentidos.
Aquí hay algunas ideas sobre cómo se puede hacer este material y algunas de sus posibilidades.
¿Cómo se hace?
Cuando se trata de hacer el moco, existen varias técnicas posibles. Para realizar cualquiera de estos se requieren una serie de materiales que ayuden a conseguir la textura elástica que lo caracteriza. Para empezar, debe mezclar 100-120 gramos de pegamento blanco y una cucharadita de bicarbonato. Luego es el momento de agregar el colorante alimentario elegido, que es el responsable del colorante, y luego un chorro de líquido para lentes de contacto. Una vez que se han agregado todos los ingredientes, la tarea es mezclarlos gradualmente hasta que se forme la masa y se separe del recipiente en el que está hecha.
Para aquellos que quieran llevar la experiencia de hacer slime un paso más allá, existen varios juegos y kits que les permiten personalizar completamente este material. Si a tus hijos les encantan los unicornios, hay uno kit especial sobre este tema con purpurina, bolas y diversos complementos con los que podrás dar vida al limo.
¿Qué puedes hacer con eso?
Cuando la baba está lista, es hora de que los más pequeños jueguen con ella. Debido a su apariencia viscosa y elasticidad, es un material muy maleable. Los niños tienen la oportunidad de estirarlo al máximo, convertirlo en una bola, aplastarlo, darle diferentes formas …
Otra forma de utilizar este producto es en varios juegos en los que es posible utilizar este producto. Algunos ejemplos son:
Cesta de limo
Al convertir el juguete en una o más bolas, los menores deben intentar anotarlas en una canasta. Esto se puede simular con objetos como un cubo, una canasta o incluso uno casero.
Pasa el limo
Otro juego al que recurrir es pasar el limo. La dinámica es muy sencilla: varios jugadores tienen que pasar el material a cierta distancia para evitar que caiga al suelo.
Forma competencia
Esta idea es un buen recurso para estimular la creatividad y la imaginación de los niños. Para ello, deben estar presentes múltiples participantes, cada uno manipulando un fragmento de limo para convertirlo en el objeto o animal deseado. Una vez que hayas terminado, es hora de que los otros jugadores adivinen qué representa la nueva creación.





