La narración de cuentos es una herramienta de enseñanza diseñada para desarrollar las habilidades intelectuales y emocionales de los niños pequeños. Tanto es así, que Ana Herrero, la psicóloga infantil del grupo Escuelas Internacionales Brainsasegura que esta práctica “les proporciona herramientas de resolución de conflictos y un mayor nivel de conciencia y autoconciencia”.
Así lo dijo Herrero cuando participó en el I Simposio Internacional de Innovación Educativa de la Fundación CINNED. Otro beneficio de las historias es que permiten a los maestros y padres “enseñar a los niños valores y principios con el apoyo de ejemplos claros” y “comprender mejor el comportamiento”. Y de esa forma son una herramienta educativa muy útil.
Beneficios de practicar la narración
Estos son los 5 beneficios de la lectura y la creación de cuentos con los niños:
Mejorar la comprensión:
Al leer y escuchar diferentes historias, los niños trabajan inconscientemente en sus habilidades de percepción. Las ideas claras se construyen a través de diferentes situaciones, sentimientos o personajes. Después de leerlo, hágales preguntas para ver si su comprensión fue efectiva.
Mejora la capacidad de análisis:
Después de comprender un evento, las habilidades analíticas del individuo pueden responder al motivo de las acciones. Presentar otras reacciones y resultados a las historias puede ser una actividad estimulante para desarrollar esta habilidad, así como la creatividad y la imaginación.
Mejora la capacidad de síntesis:
Las historias y los relatos te permiten descartar y seleccionar los hechos realmente importantes que tuvieron lugar. Es una habilidad necesaria para el futuro académico y profesional de los estudiantes.
Mayor creatividad:
Mientras escucha o lee estas historias, el destinatario crea imágenes mentales de personajes, entornos y eventos.
Mejorar las habilidades lingüísticas:
Esta actividad adquirirá nuevas palabras que a su vez ampliarán tu vocabulario. Al crear historias, pueden usar estructuras gramaticales en un contexto específico. Además, la mejora de las habilidades lingüísticas no tiene por qué estar relacionada con la lengua materna, sino que también puede relacionarse con una segunda lengua como el inglés.





