Tradicionalmente, el patio de recreo y el recreo se han asociado con el juego, el descanso y la separación de lo que se aprende en las aulas. Sin perder el enfoque lúdico, también se puede utilizar para transmitir valores y evitar que los alumnos aprendan. Con las siguientes experiencias y noticias publicadas en nuestro sitio web, varios maestros han revisado cómo esta práctica puede promover las habilidades sociales de los estudiantes, pero también transmitir ideas de inclusión.
La Academia Americana de Pediatría recoge en un estudio cómo se resuelven los conflictos y se lleva a cabo el trabajo en equipo durante los descansos y cómo complementa las lecciones de los alumnos. También se afirma que el espacio debe ser seguro y monitoreado para fomentar la colaboración entre los estudiantes. Por tanto, puede resultar muy beneficioso siempre que se utilice correctamente.
El objetivo de esta iniciativa del Colegio Aranatz San Donato de Etxarri de Navarra era promover el aprendizaje convirtiendo la terraza en un espacio lúdico y de enseñanza-aprendizaje. Se crearon seis áreas de aprendizaje o “mini-mundos”: interacción, intercambio, presentación, investigación, creación y desarrollo. Además, las familias elaboraron juegos juntos en el sitio y los estudiantes participaron en el desarrollo del proyecto creando mapas interactivos por áreas, explicando la transformación y las actividades que se pueden realizar en cada una de ellas. Pintaron las diferentes áreas de juego y diseñaron carteles con impresoras 3D.
En este proyecto de la Escuela Rural Agrupado de Villayón, Asturias, se rediseñaron sus patios, pasillos y puertas para convertirse en áreas de aprendizaje de las matemáticas. Participaron en el proyecto estudiantes de primaria y secundaria de quinto y sexto grado. Modificaron las salas del centro para hacerlas más atractivas y funcionales: se utilizaron códigos QR que, al ser escaneados en la tableta, daban acceso a un video explicativo sobre la misma sala elaborado por los alumnos. También se ha fomentado la inclusión a través del aprendizaje colaborativo, se ha facilitado la responsabilidad grupal e individual gracias al avance del grupo, y se ha acercado las TIC al medio rural.
La iniciativa “Patios para la Igualdad” fue desarrollada por el departamento de educación del CECAP (centro de apoyo a personas en situación de vulnerabilidad) junto con el AMPA del Colegio Gloria Fuertes de Cobisa (Toledo). El objetivo era fomentar la participación de estudiantes con mayores dificultades de relación. Fue en el tercer trimestre cuando se iniciaron las actividades de pausa, donde los alumnos -de los grupos- participaron en el descubrimiento de nuevos juegos que pudieran promover valores como el respeto y la solidaridad.
Se puso en marcha el programa educativo “Patios y Parques Dinámicos” en el Colegio Claretianas La Inmaculada de Oviedo. El proyecto convirtió cada descanso en un espacio inclusivo con la presencia, participación y aprendizaje significativo de estudiantes que no podían acceder fácilmente al juego. Se utilizó una metodología didáctica estructurada específica basada en herramientas visuales a las que se añadieron técnicas para crear dinámicas de juego integradoras.