sugerencias simples para los estudiantes

Cuando los estudiantes no han podido tomar un descanso o salir de una clase que los mantuvo fuera de su aula habitual, están más emocionados que de costumbre y es difícil recuperar el control del grupo. En este punto, el simple y poco instructivo cAer en gritos o amenazas para llamar su atención. Compartimos contigo algunos trucos sencillos para evitar esto: Puedes usarlos para bajar las pulsaciones del entorno y retomar la actividad normal de clase. ¡Aquí vamos!

Actividad 1: Cerramos los ojos … ¡respiramos!

Toque música muy suave y suave con voz suave como Bach’s Air o Shubert’s Ave Maria. Invite a los alumnos a cubrirse los ojos con las manos y a respirar profundamente. Dígales que traten de tener claro cómo el aire entra por sus pulmones, fluye por cada una de sus arterias y llega gradualmente a todas las células del cuerpo. Dígales que aceleren su respiración con la melodía a tiempo y, cuando se sientan más tranquilos, abran nuevamente los ojos.
Objetivo de la actividad: Preste atención a su propia respiración para que coincida con una melodía lenta y relajante.

Actividad 2: ¿puedes oírlo?

Elija un instrumento de percusión (como el triángulo, el tambor o la pandereta) y pida a sus alumnos que levanten la mano mientras escucha el sonido de los golpes. Reduzca gradualmente el ruido de golpes hasta que sea casi imperceptible. También puedes aplaudir cuando no tienes un instrumento en clase.
Objetivo de la actividad: Enfoque la atención de los estudiantes a través del sentido del oído.

Actividad 3: ¡Sígueme!

Diles cuando estés distraído, envíales una señal muy especial, y solo aquellos que estén muy, muy atentos podrán copiarla. ¡Veamos cuántos lo logran! Esta señal puede ser un gesto, p. Ej. B. Cúbrete los ojos con las manos y “cucú”, acaricia la cabeza de tu compañero, toca la batería o la guitarra, etc.
Lo más importante es que no se produzcan ruidos molestos y que distraigan durante la actividad y que los alumnos se sumen al grupo para recuperar la atención y el enfoque en la clase.
Objetivo de la actividad: Capta la atención de todo el grupo a través de gestos y conciencia de tu propio movimiento.

Actividad 4: recitamos un poema

Enséñeles un poema que puedan recitar de memoria y que les guste. Cuando estén dispersos y veas que necesitan volver a enfocar su atención, recítalos en voz alta para que puedan seguirte. Poco a poco se irán sumando todos los alumnos.
Puede utilizar un poema sencillo de García Lorca como “El lagarto está llorando”, “Canción tonta” o “Caracola”.
Objetivo de la actividad: Use el volumen y la repetición juntos para recuperar la atención de la clase.

Rocío López Valdepeñas es docente especialista en innovación educativa y emprendimiento.

Foto principal: ‘El grito’ de Edward Munch. FOTO: EFE

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