¡Nos vamos de safari literario a Madrid!

Hemos verificado varias veces que los estudiantes comprenden mejor los conceptos abstractos cuando se les da un enfoque práctico. Con una cámara en la mano (o teléfonos móviles si eso no funciona), animamos a los estudiantes de primer año a que salgan a las calles de Madrid para buscar pistas y emprender su propio safari literario por la ciudad. El objetivo era realizar un concurso entre centros para profundizar en sus conocimientos literarios. ¡El más rápido se quedaría con todos los maravedíes!

Para ayudar con la actividad y realizar un seguimiento de ella, este es Blog.

Primera parada: el Museo del Prado

La literatura del primer trimestre se extendió hasta el siglo XV y la primera parada de este safari fue el Museo del Prado. Los alumnos debían averiguar qué pintor custodiaba cada una de las puertas y su obra más famosa con las siguientes pistas:

1. El portero sevillano protege el espejo en el que aparece Felipe II. (Solución: Estatua de Velázquez y Las Meninas).

2. Pérdida de audición, no escuché que había dos mujeres y solo compré un traje. (Solución: Goya y la maja vestida y la maja desnuda).

3. Desde el colegio sevillano entre Inmaculada y Pastor, custodia la tercera puerta. (Solución: Estatua de Murillo y La Inmaculada).

4. De estilo neoclásico, me bombardearon en la guerra y sacaron mis tesoros para protegerlos. (Solución: Edificio del Museo del Prado)

En el museo debían encontrar cuatro obras de arte con unas claves y responder unas preguntas sobre literatura. Por ejemplo, con la primera pista (“El camino de las estrellas estaba incompleto. Dos ángeles vigilan la túnica roja. Ofrecen regalos al rey”), los alumnos debían explicar por qué lo identificaban con la obra “Adoración del Estrellas “Magi” de Rubens y su relación con la obra literaria ‘El coche de los magos’. Por este camino siguieron tres más, con los que los alumnos identificaron obras de Murillo, Puebla y Tolín o Paret y Álcazar con diversas obras literarias.

Para la actividad, los estudiantes se organizaron en grupos de cuatro a seis personas y fotografiaron cada una de las salas del museo donde estaba permitido. Su último trabajo, que obtuvo un máximo de 1,5 puntos en la evaluación, consistió en una presentación en la que se resolvió cada una de las pistas y en la que se incluyeron las fotos de este safari literario.

Segunda parada: Barrio de las Letras y Biblioteca Nacional

En el segundo trimestre, el safari tuvo lugar entre el Barrio de las Letras y la Biblioteca Nacional, ya que utilizamos una exposición sobre Lope de Vega y el Teatro del Siglo de Oro, que ha estado de gira desde el siglo XVII hasta el siglo XXI. Tras la visita fotográfica, los alumnos tuvieron que buscar las huellas literarias en el Barrio de las Letras, pero lo hicimos al revés: les dimos direcciones y los alumnos tuvieron que investigar qué conexión había con la literatura barroca en las direcciones. les habíamos marcado.

En algunos casos fue simplemente porque les ayudaron las placas en las paredes, en otros tuvieron que investigar qué era el Teatro Español o el Hotel Madrid Reina Victoria en la Plaza de Santa Ana, por qué se llama así Calle del León, por qué El Das Qué Lo importante es lo que pasó en la calle Atocha 87 o en el número 39. En definitiva, estos y muchos otros lugares les ayudaron a trasladarse a Madrid en el siglo XVII y se sintieron vecinos de Cervantes por una mañana. Lope, Quevedo o Góngora.

Tercera parada: Lorca

Y por último, nos alejamos de la agenda para recordar un gran evento porque no podemos olvidar que este año 2019 es el año de Lorca en Madrid y ¡nuestro safari era desconocido! Lo único que sabían era que tenían que ir a la calle Alcalá 96 con un sobre cerrado, lo que les condujo a lo que llamamos “Un Madrid para Lorca”: se enteraron de su infancia, las anécdotas de la residencia, el fracaso del estreno de “El curse de la Butterfly ‘, sus ganas de seguir luchando, el viaje a Nueva York, la proclamación de la Segunda República, la creación de la Barraca, el estreno de’ Bodas de Sangre ‘o’ Yerma ‘. Y así, su último En casa, el Retiro, el Café Lyoner, el Café Granja el Henar, el Ateneo, el teatro español … volvieron a estar a los pies de Lorca.

Los resultados

El objetivo fue más que logrado y los alumnos lo disfrutaron con sus compañeros, consolidaron el contenido de la asignatura, se impregnaron del arte y la cultura de la ciudad en la que viven, aprendieron a mirar críticamente y a relacionar contenidos de diferentes materias. También entendieron que la educación integral combina la vida en el aula con el interés y la motivación para seguir aprendiendo fuera del aula.

Solo los valientes se atreven a ir a este safari, los que se atreven a ver la realidad con un enfoque diferente, la mirada diferente, la de lo insignificante, lo secundario, los pequeños momentos sobre los que se construyen nuestras vidas y nuestra historia. Y qué mejores palabras pueden indicar el éxito de la actividad que las repetidas una y otra vez durante semanas consecutivas: “Profesor, ¿de qué se trata el próximo safari?”

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