Con el objetivo de mejorar la docencia, la Fundación SM ha creado la “Cátedra de Formación Práctica” bajo la dirección de Álvaro Marchesi, Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Implementar métodos activos
Desarrollada bajo el asesoramiento de expertos, es una formación enfocada a la práctica (50% de su duración) y dirigida a escuelas y docentes de todos los niveles educativos que deseen innovar para formar alumnos competentes con un óptimo desarrollo afectivo y emocional.
Consta de cinco cursos sobre los siguientes temas: Métodos Activos, Incorporación de Programación y Robótica, Estrategias para Intervenir y Mejorar el Clima Social en el Aula, Enseñanza y Aprendizaje a través de Videojuegos y Arte Contemporáneo como Herramienta de Aprendizaje Transversal. Todos se impartieron de forma personalizada (con un máximo de 30 alumnos por clase).
El objetivo es promover la mejora de la enseñanza a través de una práctica guiada y reflexiva al servicio de los fines educativos, por ejemplo a través del desarrollo de habilidades, la mejora del bienestar emocional, la formación de valores y la equidad educativa. Asimismo, la cátedra / aula debe ayudar a cada docente de forma práctica y personalizada a implementar métodos activos en su clase.
Al elegir uno u otro curso, Marchesi recomienda a los profesores que seleccionen las ofertas formativas que mejor se relacionen con el contenido que están enseñando o con los métodos que les resulten más interesantes o útiles para mejorar su enseñanza. “Tomar cursos de varios profesores que trabajan en el mismo centro o en proyectos similares es una estrategia muy exitosa”, dijo.
Transformación a nuevos modelos
Los cursos, que comienzan a mediados de marzo (aunque se prevén ediciones adicionales a lo largo del año), tienen una duración de 75 horas y son impartidos por el Universidad Complutense de Madrid y el Universidad pontificia de salamanca.
La iniciativa se enmarca en Soluciones Educativas SM, un proyecto que ofrece servicios estratégicos para acompañar a la escuela en su transformación hacia nuevos modelos con propuestas innovadoras y viables. “Los estudiantes aprenden mejor cuando están interesados en la información, movilizando sus esquemas cognitivos disponibles y construyendo nuevos conocimientos”, concluye Marchesi.