Gracias a la programación, los estudiantes desarrollan el pensamiento computacional y mejoran sus habilidades lógicas y creativas, así como su capacidad para procesar ideas abstractas. ¿Es posible aprender sin una computadora? La respuesta es sí: los conceptos básicos de la programación también se pueden resolver con juegos de mesa diseñados para fomentar el aprendizaje de estas habilidades y aprender a programar.
Para niños de entre cuatro y ocho años, en este juego de cartas se introducen los conceptos más importantes del lenguaje de programación. Los participantes deben seleccionar el punto A, que es el punto de partida, y el punto B, que es el final, y luego guiar a sus compañeros de uno a otro con diferentes tarjetas, se muestra en qué dirección deben indicarse. Sigue, continúa.
Simule el aterrizaje de la nave espacial Eagle controlando el software desarrollado por el equipo que llevó el Apolo 11 a la luna. Este es el objetivo de Moon, que está completamente basado en mapas. La clave está en gestionar la energía que representa cada pieza (bit), para lo cual los participantes deben realizar operaciones lógicas que les ayudarán a decidir qué piezas utilizarán menos energía para hacer que la luna aterrice. Para poder jugar hay que saber contar en binario. Por este motivo, la edad recomendada es de al menos once años.
CodificadorBunnyz
Creado por una niña de nueve años, te invita a llevar a un conejo por una tabla hasta que llega a su destino y se come su zanahoria. Para hacer esto, necesita usar conceptos relacionados con el lenguaje de programación que se muestran en tarjetas pequeñas. Hay 13 niveles de dificultad para que los jugadores progresen a medida que profundizan sus conocimientos en el campo. Se recomienda para niños de cuatro años en adelante y está en inglés.
Reparación de robot
Diseñado para niños de 8 años en adelante, este juego de mesa STEM presenta 40 desafíos y cuatro tableros de robots para probar las habilidades de programación de sus participantes. Además, los niños deben divertirse, mejorar su pensamiento crítico y aprender conceptos lógicos booleanos: aquellos que pueden representar valores de lógica binaria.
Codificación
Las diversas habilidades aprendidas gracias a este juego incluyen: entrenamiento de razonamiento computacional, descubrimiento del significado de la codificación, desarrollo de conceptos topológicos, habilidades de resolución de problemas y pensamiento creativo y lógico. Con una metodología muy sencilla, los niños pueden aprender a orientarse, utilizar todo tipo de recursos para resolver problemas y sus primeras ideas sobre programación.
Controles móviles
Está diseñado para desarrollar una variedad de habilidades mentales necesarias para aprender el concepto de codificación. Está dirigido a estudiantes mayores de 8 años. En el juego se presentan varias tarjetas, folletos, tarjetas y tarjetas con actividades para que puedan trabajar con conceptos de robótica y programación y mejorar estos temas. Además, contiene marcadores borrables para completar los mapas.
Cósmico
Es un modo multijugador y fue desarrollado para los primeros niveles de la escuela primaria. Cubre conceptos básicos de computación y lenguaje de programación: todo esto se explora utilizando una guía simple para que los estudiantes puedan revisar toda la información que necesitan para jugar. La trama gira en torno a los cohetes que tienen que volar por el espacio: el primero en completar su misión será el ganador.
El desafío de la codificación
Recomendado para mayores de 6 años, propone una carrera: los jugadores eligen una ficha y deben seguir una ruta a través de mapas y actividades que reproducen las reglas básicas de programación para evitar obstáculos. El primero en llegar a la meta es el ganador.
c salto
Recomendado para estudiantes de 11 años en adelante, se basa en los principios del esquí: los jugadores luchan para asegurarse de que su “saltador” (su personaje) llegue primero a la línea de meta. Para hacer esto, deben realizar cálculos relativamente simples que determinan el progreso del esquiador. El juego contiene algunas estructuras de programación básicas como el “si”, el “más” o el “interruptor”.
Guerras de robots
Está inspirado en los juegos de guerra de su vida: utiliza una zona de conflicto donde los jugadores tienen que enfrentarse entre sí para derrotar a los robots de sus oponentes y llegar primero a la cuadrícula central del tablero. Para eliminarlos, tienen que utilizar la lógica secuencial a la hora de ejecutar diferentes códigos, cuya dificultad va aumentando paulatinamente. Están representados como tarjetas con instrucciones sobre cómo mover los robots. Está destinado a estudiantes de 8 años en adelante.
Vamos a codificar
¿Recuerdas el ‘Tornado‘? El funcionamiento de este juego es muy similar y también fomenta la actividad física. Es una serie de actividades interactivas que ayudan a los estudiantes a comprender los conceptos básicos del lenguaje posicional y las pautas básicas de programación. Para hacer esto, uno de los jugadores crea un comando de secuencia que el otro debe seguir moviéndose sobre una alfombra de espuma.
En el borde
El protagonista de este juego de mesa es un robot al que el jugador debe guiar para superar los desafíos, que están representados por caminos de colores. Estos tonos son los movimientos necesarios y los elige el jugador que tiene que pensar para elegir el orden correcto. El nivel de dificultad aumenta gradualmente y puede ser utilizado por alumnos a partir de los 7 años.
Rally de robo
Además de las lecciones de programación, esta sugerencia es muy interesante para trabajar la lógica y el pensamiento individual. Su base es similar al resto: un robot tiene que moverse a lo largo de un tablero y realizar movimientos que el jugador tiene que programar. Sin embargo, trae consigo algunas dificultades adicionales: el diseño del tablero contiene elementos que pueden cambiar el comportamiento del personaje, y dado que este es un juego para dos o más jugadores, también hay que anticipar la salida de los demás participantes.
Código y listo
Este juego, ideal para Primaria, consiste en crear un laberinto para que Colby el ratón encuentre su trozo de queso. ¿Cómo? Primero necesitas construir el terreno en el que se desarrollará la actividad: crear la base, colocar muros y túneles, y colocar el queso al final de la ruta. Lo siguiente en lo que debes pensar es en cómo llegará Colby desde el punto de partida hasta su destino. Cada participante tiene diferentes cartas de dirección básica: adelante, atrás, giros a la izquierda y a la derecha y una carta de acción. Con ellos necesitas crear el patrón de comportamiento que usará el ratón para alcanzar el queso. Para hacer esto, es importante utilizar la lógica. Una vez que haya seleccionado las tarjetas que desea usar y las haya colocado en el orden correcto, puede programar el mouse presionando los botones de dirección en la parte superior. ¿Vendrá el ratón por el queso?
Tortuga robot
Aparece como “El juego con más soporte en Kickstarter”. Es adecuado para estudiantes de escuela primaria, pero se puede hacer más complejo para adaptarse a las necesidades de los estudiantes mayores. Todo comienza en un tablero a cuadros en el que se colocan cuatro gemas y cuatro tortugas. uno para cada jugador. En la versión más simple del juego, los participantes deben seleccionar las cartas de comando que indican hacia dónde va su ficha. Un quinto participante (un adulto o un niño mayor que esté familiarizado con el juego) es responsable de mover cada tortuga alrededor del tablero según las instrucciones de los demás. Si alguno de ellos comete un error, tiene una ficha que puede usar para dar un paso atrás y corregir un comando seleccionado incorrectamente. El primero en alcanzar su gema gana. Para hacer el juego más difícil, agregue algunas fichas que colocarán obstáculos en el camino y obligarán a los estudiantes a esforzarse más en elegir la secuencia de comandos que los llevarán a su objetivo. A su vez, contiene tarjetas con funciones que pueden interactuar con los obstáculos para destruirlos y convertirlos en un área de paso.
Bits y bytes
Cuatro “programas” han sido eliminados de su planeta gobernado por la CPU malvada y deben regresar. Este juego de mesa que enseña razonamiento computacional comienza con esta premisa. Se compone de las fichas de los personajes principales, un máximo de cuatro, y otras partes que pueden ser paredes, espacios en blanco o los malos que debes evitar. Para empezar, el planeta se crea en el centro del tablero. Alrededor del resto de piezas se colocan al azar boca abajo y en las esquinas se colocan los héroes. Con la ayuda de las tarjetas de comando, deben decirle a su “programa” qué hacer para lograr el objetivo sin encontrarse con la CPU o uno de sus secuaces que lo apagará nuevamente.
cubo
Este robot de madera es ideal para niños que aún no pueden escribir y no pueden ingresar código en un teclado. El área de juego es un gran lienzo dispuesto en varios cuadrados estampados que lleva a Cubetto a diferentes ubicaciones. Los jugadores dirigen sus movimientos insertando las fichas que indican la dirección en la que el robot debe ir en el tablero para llegar a la ubicación deseada. Para crear recorridos largos en un espacio reducido, se puede crear una función en el tablero que recopile cuatro movimientos y se pueda ingresar al recorrido con un solo plato. De esta forma, se desarrolla el pensamiento lógico y la creatividad en la creación de los patrones que debe recorrer el robot.
Maestro de código
Así es como funciona la lógica: el jugador debe seguir el patrón correcto para que el héroe principal llegue al portal que lo lleva al siguiente nivel. Para ello dispone de un tablero con instrucciones y consejos sobre cómo utilizarlo. De esta forma, el alumno recibirá una determinada cantidad de tokens y deberá encontrar el orden correcto para que su avatar avance. En algunos de los 60 niveles también tienes que recoger un cristal por el camino, por lo que te ves obligado a atravesar un determinado punto del mapa antes de alcanzar tu objetivo. A medida que avanza el juego, los niveles se vuelven más difíciles a medida que el mapa se hace más grande y debes asegurarte de elegir el camino correcto para no perderte. Es apto para mayores de 8 años.